Hacemos una evaluación previa de tu encargo sin ningún coste, elaboramos un proyecto de trabajo y proporcionamos un presupuesto ajustado a la evaluación.

Finalizada la investigación tendrás un informe narrativo, genogramas y los respaldos documentales correspondientes con las transcripciones que se precisen.

Elaboramos informes, según la normativa, para solicitudes de nacionalidades. Rectificaciones en la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) e informes para evaluación en la Comunidade Israelita de Lisboa (CIL).

Las leyes de nacionalización para descendientes de sefarditas de España y Portugal tienen tanto la intención de reparación de una injusticia histórica como la del reconocimiento de un patrimonio cultural, cuando no ocultado sí minusvalorado por la historia de las poblaciones cristianas dominantes. Pero, que en buen número fue guardado con tesón por las generaciones sucesoras o, en otros muchos casos, aunque perdidas estas culturas en el devenir del tiempo de las generaciones se conservaron lejanos ecos en las familias.

Sefarad fue el espacio geográfico de la península ibérica, España y Portugal, en el que desde tiempos remotos se asentaron las comunidades judías, o sefarditas, que llegado el siglo XV fueron expulsadas de ambos reinos; 1492 en Castilla y 1496 en Portugal. Tal contexto de persecución y aniquilación, articulado por las Inquisiciones peninsulares, propicio tanto un trasiego de judíos y judeoconversos entre los dos reinos que afianzaron la existencia de familias y linajes hispano-portugueses, como una diáspora internacional que, al fin, supuso una tragedia de desgarro familiar y de la propia tierra de origen.

Así, era de justicia que las leyes contemporáneas ampararan las nacionalizaciones en la península de los descendientes sefarditas, expulsados de Sefarad, su tierra.